lunes, 15 de noviembre de 2010

Capítulo III

TERCER EPISODIO”
 
    Hoy hablaremos de todo lo relacionado al estadio Gral. San Martín y a los torneos de verano que se realizan en la ciudad de Mar del Plata. A principios de 1949 la Liga de Fútbol de Mar del Plata contaba con 20 entidades afiliadas, luego que el 29 de abril de 1921 fuera fundada por seis entidades, el Atlético Mar del Plata, Gral. Mitre, Aldosivi, Gral. Urquiza (ex-Nacional), Nación y Huracán. Antes de esa fecha había en nuestra ciudad una entidad denominada Asociación de Football de  Mar del Plata. Luego de su fundación se fueron afiliando Kimberley, San Lorenzo, Independiente, Talleres F.C., Boca Juniors, River Plate, Colegiales, Peñarol, Quilmes, Racing, Unión, Alvarado, San Isidro, …     Esas 20 entidades afiliadas en primer término a fines de 1948, bajo la presidencia de Don Tomas Steganini surgió la idea de comprar un predio propio y fue así que se eligieron unos terrenos que estaban situados en la ex – ruta 2 hoy Av. Champagnat y Alvarado que eran del Director propietario del Diario La Capital y Presidente de la Liga Marplatense de Fútbol, las reuniones del Concejo Directivo del Ente Rector del Fútbol local se realizaban en una propiedad que había sido dada en comodato por la Municipalidad para la Casa del Deporte, sita en la Av. Colón 3245. Los entonces dirigentes de los 20 clubes afiliados resolvieron aceptar la propuesta realizada por el entonces Director del Diario La Capital para que en “la ruta y Alvarado” donde existía un basural pasara a ser propiedad de la Liga local, que ya por ese entonces tenía Personería Jurídica. Dirigentes como Luis Fagnani, José Piantonni, Dr. Alfredo Merceré, Benedicto Gutiérrez, Luis Fiscalini, Luis Capra,  y otros como familias Nicolau, Spina, Moriondo, etc. Resolvieron abrir una cuenta corriente en el Banco Londres, sito en la intersección de las avenidas Colón e Independencia, los dirigentes socios, simpatizantes e hinchas depositaran dinero  para la compra de las tierras que “estaban en la ruta”, toda la comunidad futbolística de Mar del Plata hacía en forma desinteresada sus aportes y en el término de seis meses se reunió el dinero para la adquisición a nombre de la Liga Marplatense de Fútbol. Lo que queda demostrado es que la comunidad de Mar del Plata que tenía una población estable de ochenta y cinco mil habitantes le donó al fútbol un predio, con el correr de los años se hicieron abonos que los socios de los clubes adquirían y se hizo la primer tribuna de cemento, a cambio la Liga otorgó un carnet a los contribuyentes para que durante cinco años concurrieran a dicho estadio a ver todos los eventos futbolísticos en forma gratuita, finalizada la primer parte de la tribuna de cemento se volvieron a realizar otros bonos por otros cinco años y se completó toda la tribuna de cemento que daba sobre la calle Alvarado, sobre la calle Bahía Blanca también se había construido una tribuna con tablones, que estaba cubierta con techo de chapa. Mar del Plata crecía y el Fútbol también. A los clásicos Quilmes vs. Unión, Gral. Urquiza vs. Peñarol, River vs. Colegiales, Huracán vs. Nación, San Lorenzo vs. Kimberley, Aldosivi vs. Talleres F.C., concurrían no menos de mil quinientas personas, con la particularidad que los socios del equipo que oficiaba de local tenían entrada gratuita para ver el espectáculo.    Hasta fines de la década del ’90 todavía concurría gente a ver los espectáculos del fútbol local, el fallecimiento del Ing. Mauro Spina hacía que el balompié local todavía tuviera atractivo, ya que por reglamento del Concejo Federal del Fútbol, cuando había partido de fútbol de las ligas del interior no se podían televisar partidos en directo, inclusive cuando algún canal local pretendía televisar en directo tenía que pedir autorización a la entidad madre del fútbol local y el Concejo Directivo de la Liga lo trataba en sus reuniones ordinarias. Hubo casos en que para la televisación y con el visto bueno del Conejo Directivo local tenían que hacer un porte en dinero para compensar las pérdidas que el evento producía a concurrir menos espectadores.    Ya con la presidencia provisoria que con la muerte del Ing. Spina producía el Sr. Oscar De Noia, quien había sido el vicepresidente y pasó a ejercer la presidencia, teniendo como tesorero al Sr. Jorge Bosco, quien era el delegado titular del Club Florida, empezó la debacle del fútbol local,  llegando al lamentable saldo  que en la decimotercera fecha del fútbol superior del 10 de septiembre del corriente año la Liga había programado 14 partidos, donde intervenían 28 equipos de los cuales tres representaban a seis instituciones - Los Andes y Alvarado; Colegiales y Deportivo Chapadmalal; El Cañón y Sudamérica de Miramar-, se expendieron 451 entradas con una recaudación total de $3.399 (pesos), lo que deja como saldo que cada participante de los veintiocho de promedio llevara a ver el espectáculo a 16 personas. Con el hecho insólito que en el partido Talleres F.C. y Libertad se vendieran nueve tickets ascendiendo la recaudación de ese evento a $75, lo que cuesta un tubo de Algispray. El mismo fin de semana se disputaron 145 partidos de divisiones menores, lo que da que intervinieron 290 equipos y un público total para toda la fecha de 2499 tickets vendidos, cada equipo llevó un poco más de ocho personas. Nos debemos preguntar si a la misma hora que están jugando las divisiones infantiles (los días domingos) se televisan partidos en directo del fútbol nacional, en la mayoría de los casos televisan  a Boca o River, cómo pretendemos que e fútbol local mejore, ya ni los padre y abuelos va a ver a sus hijos y/o nietos. Si la Liga sigue bajo ésta conducción  no van a ir a la cancha ni los jugadores, al fútbol amateur del interior del país no lo defiende nadie, y más  teniendo en cuenta que el actual presidente de la Liga –Don Jorge Bosco-es el representante del Concejo Federal del Fútbol en el Comité Ejecutivo de A.F.A. El fútbol en nuestra ciudad se desangra mientras los máximos dirigentes viajan invitados por el Sr. Presidente de A.F.A. – Don Julio Grondona- al mundial de Alemania con todo pago. Todo el esfuerzo para que los chicos sigan jugando lo realizan los progenitores del fútbol infanto-juvenil y en la división superior el esfuerzo es de los dirigentes de los clubes, quienes deben pagar: árbitros, policía, UTEDYC (porteros y boleteros), aportes por venta de entradas a la Liga, seguro de jugadores, aportes provisionales de lo árbitros, mantenimiento y arreglo de las canchas donde se disputan los partidos. Sin embargo el 30 de diciembre de 1999 en el Diario La Capital, el Sr. Presidente de la Liga, Don Jorge Bosco, que accedió a los planos más elevados de dirección del Fútbol a nivel nacional y en la misma A.F.A. manifestó sin sonrojarse que “los años ’90 habían planteado a la Liga local un desafío: insertarse en una realidad de cambio, y que la Liga durante esos años debió transformarse para acompañar a la sociedad en un proceso que la afectaba”. También decía que “las deudas por impuestos Tasas y servicios amenazaban la existencia de los clubes”, el Sr. Bosco desconocía y desconoce que por leyes provinciales, nacionales y ordenanzas municipales, están exentos de tributar. En dicha publicación también habla de que era imprescindible que el cambio requerido se hiciera sin recurrir al aporte económico de los clubes. Peca por incapaz o ignorante. También dice que los clubes más populares de Mar del Plata en la última década han llegado a disputar instancias decisivas, manifestando que el logro es debido a los dirigentes de la Liga Marplatense de Fútbol, tampoco es verdad, dichas instituciones, igual que otras como Kimberley, San Lorenzo, Banfield, y últimamente Cadetes de San Martín, llegan a disputar esos torneos, no por lo que hace la Liga, sino por el aporte personal de directivos y/o simpatizantes de dichas instituciones, ya que la Liga retiene de las recaudaciones del campeonato de primera B Nacional, y del Torneo Argentino “B” dinero de esas recaudaciones, ejemplo: Aldosivi Vs. Talleres (Córdoba), la Liga le retuvo $ 1.115 (pesos) y en un partido por el Arg. “B” entre dos entidades locales –Alvarado y Cadetes de San Martín- le retuvo con una recaudación total de $23.439 (pesos) más del 15% $3.515,85 (pesos), de los cuales se giraron al Concejo Federal $ 2.550,30 (pesos). Todo es claro, la Liga no le aporta a los clubes que representan a la ciudad, sino que los clubes de la ciudad le aportan a la Liga. También el 7 de abril de 1977 en un medio local, el Sr. Jorge Bosco, se ufanó diciendo a título catástrofe “prefiero ser el presidente que vendió el estadio (San Martín) y no al que se lo remataron”, hecho que se realizó en junio de 1996, en la misma nota del Diario La Capital, el actual presidente de la Liga dijo que había que sacárselo de  encima porque había gente que tenía la posibilidad de fabricar juicios. Es un foco infeccioso, también decía que no se podían pagar los impuestos. Ya en esa época el Sr. Presidente de la Liga desconocía, dada su ineptitud que el estadio no debía pagar tasas municipales ni impuesto inmobiliario. Se enteró cuando le vendió el estadio a un supermercado y la escribanía interviniente le devolvió $ 175.000 dólares, de los cuales hablaremos en otro capítulo de ésta historia, como así también de los juicios fabricados según sus propias palabras y quienes cobraban los honorarios de dicha fábrica de juicios.     Se viene otra perlita, una vez Tribuno publicó en una nota fuera de juego “la deuda es de los clubes” vayan haciendo números. El más grande de la Liga (¿Bosco?)dijo que la deuda con la DGI -$300.000 pesos- la deben pagar los clubes. En otra nota cuyo copete  es fuera de juego el Sr. Vicepresidente Méndez, en el Acta 1923 manifestó “el fútbol infantil lo pueden dirigir los delegados, tenemos que volver a los años ’30”.
 
Mercaderes de la pelota y traficantes de carne humana
(jugadores)
    En el orden nacional el periodista Domingo Rogers investiga y dice “El sábado 21 de diciembre de 2002, en el predio de Ezeiza, la A.F.A. realizó un asado de fin de año convocando a su personal, directivos de clubes y periodistas, como una forma de cerrar el desastroso año, tras default, crisis económica y Waterloo bielsista "made in Japan".
Antes del almuerzo, Grondona dio una muestra de poder: primero retó en público a su adláter De Luca (el bueno de Eduardo había cometido el garrafal yerro de conceder una charla radial a Víctor Hugo Morales). La segunda había pasado al olvido: “Ese señor se cerró las puertas de  A.F.A.” Don Julio se refería a Guillermo Tofoni, titular de World Eleven, quien había declarado aquel lunes 16 a La Nación que “en un 90% de los partidos fuera de las fechas FIFA hay que olvidarse de tener a las estrellas. Habrá que acostumbrarse”, aclarando el diario de Mitre “que de aquí en adelante (Tofoni) le organizará varios amistosos a la Selección Argentina” y añadían: “¿Les arman los equipos a los técnicos? No es tan así, pero lo más común es que, si se trata de un amistoso que se disputa en una fecha FIFA, al menos se les exija el 70%  de la base habitual”. El pope afista aseguró ese día que el empresario no contaba con ninguna autorización para gestionar lo que gestionaba.
    Con casi cuatro años de demora, el 17 de agosto, en el hotel Tour Seasons, Grondona, Tofoni y Mássimo De Caro (representante de la compañía rusa Renova, con quien A.F.A. acordó 24 amistosos por 18 millones de dólares para el próximo quinquenio) brindaban una conferencia de prensa tardía, informando sobre un acuerdo que ya había sido profusamente divulgado. Lo que omitieron explicitar fue que Renova (o alguno de sus tentáculos) tendría contratos similares con varias federaciones del mundo, lo que traducido significa que los rivales de Argentina ya son conocidos de aquí a mediano plazo. Por algo Grondona se enojó con el periodista de La Red, Emiliano Pinzón, quien le preguntó sobre la obligación de incluir a determinados jugadores (¿servirá como “mostrador” para futuros pases?) y, luego, manifestó en off que “el contrato es confidencial entre las partes, por algunas cláusulas “particulares”, ¿hay algo que el pueblo no debe saber?”...

TERCER EPISODIO”
    Hoy hablaremos de todo lo relacionado al estadio Gral. San Martín y a los torneos de verano que se realizan en la ciudad de Mar del Plata. A principios de 1949 la Liga de Fútbol de Mar del Plata contaba con 20 entidades afiliadas, luego que el 29 de abril de 1921 fuera fundada por seis entidades, el Atlético Mar del Plata, Gral. Mitre, Aldosivi, Gral. Urquiza (ex-Nacional), Nación y Huracán. Antes de esa fecha había en nuestra ciudad una entidad denominada Asociación de Football de  Mar del Plata. Luego de su fundación se fueron afiliando Kimberley, San Lorenzo, Independiente, Talleres F.C., Boca Juniors, River Plate, Colegiales, Peñarol, Quilmes, Racing, Unión, Alvarado, San Isidro, …     Esas 20 entidades afiliadas en primer término a fines de 1948, bajo la presidencia de Don Tomas Steganini surgió la idea de comprar un predio propio y fue así que se eligieron unos terrenos que estaban situados en la ex – ruta 2 hoy Av. Champagnat y Alvarado que eran del Director propietario del Diario La Capital y Presidente de la Liga Marplatense de Fútbol, las reuniones del Concejo Directivo del Ente Rector del Fútbol local se realizaban en una propiedad que había sido dada en comodato por la Municipalidad para la Casa del Deporte, sita en la Av. Colón 3245. Los entonces dirigentes de los 20 clubes afiliados resolvieron aceptar la propuesta realizada por el entonces Director del Diario La Capital para que en “la ruta y Alvarado” donde existía un basural pasara a ser propiedad de la Liga local, que ya por ese entonces tenía Personería Jurídica. Dirigentes como Luis Fagnani, José Piantonni, Dr. Alfredo Merceré, Benedicto Gutiérrez, Luis Fiscalini, Luis Capra,  y otros como familias Nicolau, Spina, Moriondo, etc. Resolvieron abrir una cuenta corriente en el Banco Londres, sito en la intersección de las avenidas Colón e Independencia, los dirigentes socios, simpatizantes e hinchas depositaran dinero  para la compra de las tierras que “estaban en la ruta”, toda la comunidad futbolística de Mar del Plata hacía en forma desinteresada sus aportes y en el término de seis meses se reunió el dinero para la adquisición a nombre de la Liga Marplatense de Fútbol. Lo que queda demostrado es que la comunidad de Mar del Plata que tenía una población estable de ochenta y cinco mil habitantes le donó al fútbol un predio, con el correr de los años se hicieron abonos que los socios de los clubes adquirían y se hizo la primer tribuna de cemento, a cambio la Liga otorgó un carnet a los contribuyentes para que durante cinco años concurrieran a dicho estadio a ver todos los eventos futbolísticos en forma gratuita, finalizada la primer parte de la tribuna de cemento se volvieron a realizar otros bonos por otros cinco años y se completó toda la tribuna de cemento que daba sobre la calle Alvarado, sobre la calle Bahía Blanca también se había construido una tribuna con tablones, que estaba cubierta con techo de chapa. Mar del Plata crecía y el Fútbol también. A los clásicos Quilmes vs. Unión, Gral. Urquiza vs. Peñarol, River vs. Colegiales, Huracán vs. Nación, San Lorenzo vs. Kimberley, Aldosivi vs. Talleres F.C., concurrían no menos de mil quinientas personas, con la particularidad que los socios del equipo que oficiaba de local tenían entrada gratuita para ver el espectáculo.    Hasta fines de la década del ’90 todavía concurría gente a ver los espectáculos del fútbol local, el fallecimiento del Ing. Mauro Spina hacía que el balompié local todavía tuviera atractivo, ya que por reglamento del Concejo Federal del Fútbol, cuando había partido de fútbol de las ligas del interior no se podían televisar partidos en directo, inclusive cuando algún canal local pretendía televisar en directo tenía que pedir autorización a la entidad madre del fútbol local y el Concejo Directivo de la Liga lo trataba en sus reuniones ordinarias. Hubo casos en que para la televisación y con el visto bueno del Conejo Directivo local tenían que hacer un porte en dinero para compensar las pérdidas que el evento producía a concurrir menos espectadores.    Ya con la presidencia provisoria que con la muerte del Ing. Spina producía el Sr. Oscar De Noia, quien había sido el vicepresidente y pasó a ejercer la presidencia, teniendo como tesorero al Sr. Jorge Bosco, quien era el delegado titular del Club Florida, empezó la debacle del fútbol local,  llegando al lamentable saldo  que en la decimotercera fecha del fútbol superior del 10 de septiembre del corriente año la Liga había programado 14 partidos, donde intervenían 28 equipos de los cuales tres representaban a seis instituciones - Los Andes y Alvarado; Colegiales y Deportivo Chapadmalal; El Cañón y Sudamérica de Miramar-, se expendieron 451 entradas con una recaudación total de $3.399 (pesos), lo que deja como saldo que cada participante de los veintiocho de promedio llevara a ver el espectáculo a 16 personas. Con el hecho insólito que en el partido Talleres F.C. y Libertad se vendieran nueve tickets ascendiendo la recaudación de ese evento a $75, lo que cuesta un tubo de Algispray. El mismo fin de semana se disputaron 145 partidos de divisiones menores, lo que da que intervinieron 290 equipos y un público total para toda la fecha de 2499 tickets vendidos, cada equipo llevó un poco más de ocho personas. Nos debemos preguntar si a la misma hora que están jugando las divisiones infantiles (los días domingos) se televisan partidos en directo del fútbol nacional, en la mayoría de los casos televisan  a Boca o River, cómo pretendemos que e fútbol local mejore, ya ni los padre y abuelos va a ver a sus hijos y/o nietos. Si la Liga sigue bajo ésta conducción  no van a ir a la cancha ni los jugadores, al fútbol amateur del interior del país no lo defiende nadie, y más  teniendo en cuenta que el actual presidente de la Liga –Don Jorge Bosco-es el representante del Concejo Federal del Fútbol en el Comité Ejecutivo de A.F.A. El fútbol en nuestra ciudad se desangra mientras los máximos dirigentes viajan invitados por el Sr. Presidente de A.F.A. – Don Julio Grondona- al mundial de Alemania con todo pago. Todo el esfuerzo para que los chicos sigan jugando lo realizan los progenitores del fútbol infanto-juvenil y en la división superior el esfuerzo es de los dirigentes de los clubes, quienes deben pagar: árbitros, policía, UTEDYC (porteros y boleteros), aportes por venta de entradas a la Liga, seguro de jugadores, aportes provisionales de lo árbitros, mantenimiento y arreglo de las canchas donde se disputan los partidos. Sin embargo el 30 de diciembre de 1999 en el Diario La Capital, el Sr. Presidente de la Liga, Don Jorge Bosco, que accedió a los planos más elevados de dirección del Fútbol a nivel nacional y en la misma A.F.A. manifestó sin sonrojarse que “los años ’90 habían planteado a la Liga local un desafío: insertarse en una realidad de cambio, y que la Liga durante esos años debió transformarse para acompañar a la sociedad en un proceso que la afectaba”. También decía que “las deudas por impuestos Tasas y servicios amenazaban la existencia de los clubes”, el Sr. Bosco desconocía y desconoce que por leyes provinciales, nacionales y ordenanzas municipales, están exentos de tributar. En dicha publicación también habla de que era imprescindible que el cambio requerido se hiciera sin recurrir al aporte económico de los clubes. Peca por incapaz o ignorante. También dice que los clubes más populares de Mar del Plata en la última década han llegado a disputar instancias decisivas, manifestando que el logro es debido a los dirigentes de la Liga Marplatense de Fútbol, tampoco es verdad, dichas instituciones, igual que otras como Kimberley, San Lorenzo, Banfield, y últimamente Cadetes de San Martín, llegan a disputar esos torneos, no por lo que hace la Liga, sino por el aporte personal de directivos y/o simpatizantes de dichas instituciones, ya que la Liga retiene de las recaudaciones del campeonato de primera B Nacional, y del Torneo Argentino “B” dinero de esas recaudaciones, ejemplo: Aldosivi Vs. Talleres (Córdoba), la Liga le retuvo $ 1.115 (pesos) y en un partido por el Arg. “B” entre dos entidades locales –Alvarado y Cadetes de San Martín- le retuvo con una recaudación total de $23.439 (pesos) más del 15% $3.515,85 (pesos), de los cuales se giraron al Concejo Federal $ 2.550,30 (pesos). Todo es claro, la Liga no le aporta a los clubes que representan a la ciudad, sino que los clubes de la ciudad le aportan a la Liga. También el 7 de abril de 1977 en un medio local, el Sr. Jorge Bosco, se ufanó diciendo a título catástrofe “prefiero ser el presidente que vendió el estadio (San Martín) y no al que se lo remataron”, hecho que se realizó en junio de 1996, en la misma nota del Diario La Capital, el actual presidente de la Liga dijo que había que sacárselo de  encima porque había gente que tenía la posibilidad de fabricar juicios. Es un foco infeccioso, también decía que no se podían pagar los impuestos. Ya en esa época el Sr. Presidente de la Liga desconocía, dada su ineptitud que el estadio no debía pagar tasas municipales ni impuesto inmobiliario. Se enteró cuando le vendió el estadio a un supermercado y la escribanía interviniente le devolvió $ 175.000 dólares, de los cuales hablaremos en otro capítulo de ésta historia, como así también de los juicios fabricados según sus propias palabras y quienes cobraban los honorarios de dicha fábrica de juicios.     Se viene otra perlita, una vez Tribuno publicó en una nota fuera de juego “la deuda es de los clubes” vayan haciendo números. El más grande de la Liga (¿Bosco?)dijo que la deuda con la DGI -$300.000 pesos- la deben pagar los clubes. En otra nota cuyo copete  es fuera de juego el Sr. Vicepresidente Méndez, en el Acta 1923 manifestó “el fútbol infantil lo pueden dirigir los delegados, tenemos que volver a los años ’30”.
 
Mercaderes de la pelota y traficantes de carne humana
(jugadores)
    En el orden nacional el periodista Domingo Rogers investiga y dice “El sábado 21 de diciembre de 2002, en el predio de Ezeiza, la A.F.A. realizó un asado de fin de año convocando a su personal, directivos de clubes y periodistas, como una forma de cerrar el desastroso año, tras default, crisis económica y Waterloo bielsista "made in Japan".
Antes del almuerzo, Grondona dio una muestra de poder: primero retó en público a su adláter De Luca (el bueno de Eduardo había cometido el garrafal yerro de conceder una charla radial a Víctor Hugo Morales). La segunda había pasado al olvido: “Ese señor se cerró las puertas de  A.F.A.” Don Julio se refería a Guillermo Tofoni, titular de World Eleven, quien había declarado aquel lunes 16 a La Nación que “en un 90% de los partidos fuera de las fechas FIFA hay que olvidarse de tener a las estrellas. Habrá que acostumbrarse”, aclarando el diario de Mitre “que de aquí en adelante (Tofoni) le organizará varios amistosos a la Selección Argentina” y añadían: “¿Les arman los equipos a los técnicos? No es tan así, pero lo más común es que, si se trata de un amistoso que se disputa en una fecha FIFA, al menos se les exija el 70%  de la base habitual”. El pope afista aseguró ese día que el empresario no contaba con ninguna autorización para gestionar lo que gestionaba.
    Con casi cuatro años de demora, el 17 de agosto, en el hotel Tour Seasons, Grondona, Tofoni y Mássimo De Caro (representante de la compañía rusa Renova, con quien A.F.A. acordó 24 amistosos por 18 millones de dólares para el próximo quinquenio) brindaban una conferencia de prensa tardía, informando sobre un acuerdo que ya había sido profusamente divulgado. Lo que omitieron explicitar fue que Renova (o alguno de sus tentáculos) tendría contratos similares con varias federaciones del mundo, lo que traducido significa que los rivales de Argentina ya son conocidos de aquí a mediano plazo. Por algo Grondona se enojó con el periodista de La Red, Emiliano Pinzón, quien le preguntó sobre la obligación de incluir a determinados jugadores (¿servirá como “mostrador” para futuros pases?) y, luego, manifestó en off que “el contrato es confidencial entre las partes, por algunas cláusulas “particulares”, ¿hay algo que el pueblo no debe saber?”...


Guillermo Tofoni - Julio Grondona - Mássimo De Caro
En el próximo capítulo hablaremos sobre el Régimen de Anotación y Archivo de Cesiones de Beneficios Económicos por Transferencias de Contratos, y publicidad de las cargas ocultas.

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